¿Quién fué Aracne, la bordadora de Hipepa?
Aracne, hija de Idmón de
Colofón, se había labrado una reputación como hábil bordadora y tejedora en su
ciudad, Hipepa. Además, su padre también era conocido por su habilidad para
teñir de púrpura las lanas procedentes de Tiro. Pero quiso la desgracia que
Aracne, al ser a menudo colmada de alabanzas y cumplidos, llegase a presumir de
poseer una habilidad mayor que la de la propia Minerva, que además de ser la
diosa de la sabiduría y la guerra, también lo era de la artesanía.
Pese a que Minerva se
sintió profundamente ofendida, ofreció a Aracne una posibilidad para
arrepentirse de sus palabras. Habiendo tomado la forma de una anciana, Minerva
advirtió a la joven y presuntuosa bordadora que no era bueno ofender a los
dioses, y mucho menos menospreciar su poder. Lejos de amilanarse, Aracne se rió
de la anciana y le dijo que podría vencer a los dioses en una competición de
bordado, a lo que Minerva aceptó con gusto tras quitarse su falsa apariencia.
Mientras la diosa Minerva
había tejido un hermoso tapiz en el que representaba su victoria sobre
Poseidón, Aracne realizó una magnífica obra de arte en el que contaba historias
sobre los dioses. Pero no cualquier historia, sino que mostraba en 22 partes
todas las infidelidades cometidas por los dioses, y en las cuales habían
utilizado las formas de animales para engañar a los mortales. Minerva se vio
obligada a admitir que era una obra de arte impresionante, realmente a su
altura, pero se sintió ofendida por el tema elegido para el tapiz, así que
destruyó la obra y golpeó a Aracne por su osadía.
Y he aquí que el mito tiene dos finales diferentes,
según la fuente de la que se extraiga. Por una parte, tenemos la huida y
posterior suicidio de la joven bordadora, que no fue capaz de superar la
humillación y el castigo de Minerva. Por otra, en la versión de Ovidio se nos
muestra a minerva transformando el telar de Aracne en una gran tela de araña, y
a la muchacha convertida en una araña como castigo por su insolencia.
La leyenda de Aracne bien
podría ser una analogía sobre el descubrimiento del arte de tejer, posiblemente
inspirado en las arañas y sus magníficas telas, además de ofrecernos otra
versión de la historia del maestro que es superado por el alumno, cosa que
parece no gustar a ningún maestro.
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